Debate

¿SERÍA CONVENIENTE GENERALIZAR LA EVALUACIÓN MORFOLÓGICA EMBRIONARIA DE “ASEBIR”?

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Miren Mandiola.
Hospital Quirón Donostia – Quirón Bilbao.

Publicado en la revista 13 de junio de 2008.

Para concluir en “la necesidad de aunar esfuerzos”, creo que primero deberíamos de hacer un repaso sobre cómo está la situación en nuestro entorno de trabajo.

En este mundo de globalización en el que en nos movemos, en el que las tecnologías informáticas nos permiten conocer hasta el más mínimo nuevo movimiento en cualquier parte del globo terráqueo, donde las posibilidades de la estadística para tratamiento de datos son infinitas, en este gran océano, nos encontramos nosotros, “los embriólogos”.

Como pequeña introducción, me gustaría resaltar un hecho, el que las Unidades de Reproducción Asistida han ido proliferando como si fueran ”setas en un prado”, y si hace 15 años apenas eran un par de docenas en todo el territorio del estado español, actualmente están autorizadas por el Ministerio de Sanidad casi 300. Si bien, todas ellas no poseen el mismo nivel de actuación, es decir que las autorizaciones de algunas de ellas se restringen a capacitación seminal, o solamente captación ovocitaria……. Así podemos comprobar que somos una especie en expansión, nada más lejos de la “extinción “, pero a la vez somos un colectivo, diverso, disperso y muy difícil para aunar esfuerzos y colaboraciones entre nosotros. Incluso, parece que nos invade el secretismo, no hay más que ver cómo el número de centros colaboradores con los registros de la SEF, decae desde esos 300 centros a unos pocos más que 100.

Ahora bien, si reflexionamos un poco sobre la formación de los embriólogos, hay que reconocer  que al no existir una formación reglada de base ( Titulación Universitaria o formación de postgrado específica), “cada uno hace lo que puede”, y tratándose de un mundo en el que el movimiento de dinero, la presión mediática y asistencial es bastante importante, no es raro encontrarse con una “Nueva Unidad de Reproducción” que de repente sale de la nada, con un ginecólogo y un embriólogo que ha estado 2-3 meses de visita en un laboratorio externo. (Que sirva de reflexión sobre las exigencias legales que deberían existir en cuanto a titulación y formación de los profesionales del laboratorio, previos a la apertura de una nueva Unidad de Reproducción). Si miramos al mundo médico, se necesitan entre 3 y 5 años de formación regulada tras examen MIR para especializarse en algo y poder trabajar.

El número de Unidades no para de crecer, cada uno queremos ser especiales y hacer algo “diferente” del de la Unidad de al lado, y la dipersión y diversidad va en aumento.

Con este panorama es con el que nos tenemos que manejar, y es aquí donde adquieren gran relevancia los grupos de interés de las Sociedades científicas y su importancia para aunar criterios que todos deberíamos asumir.

Hay que felicitar a la Comisión de trabajo de ASEBIR, por su esfuerzo en hacer una exhaustiva revisión del tema “los criterios morfológicos en ovocitos, embriones tempranos y blastocistos” ya que esto nos permite tener consenso sobre los criterios de calidad embrionaria, nos permitiría estudios multicéntricos cuyos resultados podrían tener gran validez científica y podrían permitirnos una mejora en nuestro servicio a los pacientes, que no debemos de olvidarnos que “a ellos nos debemos” , no a nuestro “ego personal” de ser diferentes.Todo lo que pueda suponer una mejora en resultados y calidad, debería de ser adoptado, aun conociendo que cualquier modificación de los criterios propios supone un cambio en la rutina asistencial, y siempre es duro en sus inicios.

Para aportar nuestro granito de arena, en las Unidades de Reproducción de Quirón Donostia (San Sebastián) y Quirón Bilbao, estamos adaptándonos a los “criterios ASEBIR”, que si básicamente son similares a los nuestros, no son exactamente iguales, pensamos que el esfuerzo merecerá la pena para todos. “OS ANIMO A HACERLO”.

Espero que esta primera guía de ASEBIR, no sea la última, y siga en constante evolución como el mundo en el que vivimos.

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