BOB EDWARDS Y LA FIV: UN PREMIO A LA LUCHA CONTRA LA ESTERILIDAD
Anna Veiga
Doctora en Biología
Institut Universitari Dexeus/Centre de Medicina Regenerativa de Barcelona.
El premio Nobel de Fisiología y Medicina de este año ha sido concedido al Dr. Robert G. Edwards, la persona que no sólo desarrolló la técnica de la Fecundación in Vitro (FIV) y permitió el nacimiento del primer bebé gracias a ella en Julio de 1978, sino que revolucionó el tratamiento de la esterilidad a través de los tratamientos de reproducción asistida.
Se trata de un premio muy esperado por los profesionales de este campo, que ha tardado en llegar. Hace ya 33 años que nació Louise Brown en Oldham, en el Reino Unido, gracias a la labor de este fisiólogo y del ginecólogo Patrick Steptoe. Bob Edwards desarrolló la técnica en modelos animales y fue capaz de demostrar que el embrión humano podía ser cultivado “in Vitro” y, tras su implantación, dar lugar al nacimiento de un niño sano. Se calcula que, hoy en día, más de cuatro millones de niños y niñas han nacido gracias a la FIV, incluyendo las técnicas complementarias que han ido surgiendo en torno a ella.
Bob Edwards y Patrick Steptoe no lo tuvieron fácil en sus inicios. No recibieron apoyo financiero por parte del UK MRC (Medical Research Council) debido a las serias dudas éticas y científicas que la técnica que proponían levantó entre sus colegas. Tras la publicación de una carta en la revista The Lancet en 1978, en la que se describía el nacimiento del primer ser humano engendrado en el laboratorio, otros laboratorios empezaron a trabajar para reproducir esos resultados. Le siguieron los grupos de EEUU y de Australia en obtener nacimientos y en España, Victoria Anna nació en el Institut Universitari Dexeus de Barcelona el año 1984. Hoy en día se trata de una técnica estandarizada que se practica de rutina en numerosos centros en todos los países desarrollados, tanto a nivel público como privado. Se trata de un tratamiento médico consolidado que la sociedad entiende, acepta y utiliza.
Existen determinados sectores que se manifiestan en contra de la FIV y como muestra valga la reacción del Vaticano frente a la concesión del Nobel a Bob Edwards. Los argumentos para la no aceptación de esta técnica se basan en preceptos religiosos que poco tienen que ver con la ciencia o la medicina.
Las legislaciones que se han desarrollado en distintos países en cuanto a la aplicación de la FIV son variables y en consecuencia las parejas viajan a otros países o continentes en busca de una solución a su problema que no pueden alcanzar en su país de origen. Existen estándares de calidad a nivel europeo regulados por directivas comunes, pero es imprescindible determinar unos mínimos estándares de calidad globales que garanticen la correcta práctica de estos tratamientos.
Hay que recordar también que la FIV ha sido la técnica que ha abierto las puertas a la investigación con células madre embrionarias y en consecuencia a los avances que se están produciendo en este campo. El conocimiento derivado del cultivo del embrión en el laboratorio permitió la obtención de células madre embrionarias en 1998, 20 años tras el nacimiento de Louise Brown.
El reconocimiento otorgado a Bob Edwards ha sido percibido por los profesionales que trabajamos en este ámbito como un reconocimiento global a este campo de la biomedicina, como un sello de prestigio a esta nueva especialidad medico-biológica que no siempre ha sido situada en su justo lugar. Los que hemos tenido la suerte de seguir sus pasos estamos felices de que finalmente le haya sido concedido, por él, por los nacimientos que ha permitido y permitirá, y también por nuestra profesión.
Anna Veiga
Doctora en Biología
Institut Universitari Dexeus/Centre de Medicina Regenerativa de Barcelona.