EL EMBRYOSCOPE HA REVOLUCIONADO LOS SISTEMAS DE INCUBACIÓN
Nuria Fosas Saenz y Fernando Marina Rugero
Instituto de Reproducción CEFER. Barcelona.
www.institutocefer.com
El Debate del presente número es: “¿Es el Time-Lapse el futuro del laboratorio de reproducción asistida?”. Esta nueva aplicación se ha propuesto como un paso más en la búsqueda del embrión óptimo. En el próximo número de diciembre, el tema de debate será “¿Por qué los socios de ASEBIR participan tan poco en los temas de debate de nuestra revista”. La oportunidad de expresar su opinión sobre un tema específico, de forma libre, no es aprovechada por los socios como se esperaría. Os recordamos que los temas de debate son permanentes, con lo cual, podéis opinar sobre ellos en cualquiera de los números.
A lo largo de los años se han producido mejoras en el sistema de incubación. Se ha intentado que la recuperación de la temperatura sea más rápida y que se disminuya la pérdida de CO2, es decir, conseguir un mejor equilibrio. Lejos quedan los incubadores de gran capacidad (100 l) de 1 sola puerta donde se realizaban los cultivos embrionarios humanos. El EmbryoScope ha surgido como un incubador de pequeño volumen con un tiempo de recuperación muy corto para los gases y la temperatura. Crea un ambiente estable y controlado que mejora el desarrollo embrionario. Además, proporciona un innumerable registro de imágenes.
El EmbryoScope permite que la placa con los embriones encaje perfectamente en el soporte. El calor se transmite directamente a la placa y el ambiente térmico es más estable. La placa está diseñada con unas aletas que garantizan un agarre firme y un manejo seguro para lamanipulacióndelosembriones.La cantidad de medio usado es mínima (se necesitan 25μl de medio en cada pocillo).
Durante años los embriólogos hemos estado evaluando los embriones fuera del incubador y limitándonos a breves instantáneas de su división celular para minimizar cambios en el cultivo. Una gran ventaja de este revolucionario incubador es que no requiere la extracción de los embriones fuera de éste para poderlos chequear. El tiempo de observación es ilimitado y compartido con varios observadores. A través de una cámara integrada, se realiza una monitorización continua con la adquisición de imágenes en múltiples planos focales y en distintos intervalos de tiempo, con el resultado de un registro cinematográfico. La gran cantidad de datos que están disponibles a través de las imágenes nos ayudan a conocer el desarrollo del embrión minuto a minuto. Esto nos permite obtener más información y aumentar las posibilidades de detectar anomalías morfológicas.
El trabajar con esta tecnología supone un esfuerzo añadido para el embriólogo, que necesita dedicar más
tiempo a evaluar toda la información que se genera. También, se requiere un proceso de adaptación para la manipulación de los embriones dentro de estos pequeños pocillos.
La selección embrionaria ha ganado la ventaja de añadir nuevos parámetros morfocinéticos junto a las características morfológicas que teníamos hasta ahora para poder escoger el embrión con mayor probabilidad implantatoria. Ahora podemos comprobar, por ejemplo, que los embriones procedentes de hombres con más de 50 años, alcanzan el estadio de tres células significativamente antes que los de hombres menores de 50 años, o que los embriones de donantes cuya respuesta superó los 20 ovocitos tardaban más en llegar al estadio de 2 células. Se abren nuevas opciones de crear nuevos marcadores para poder realizar una mejor selección embrionaria.