Josep Egozcue: in memoriam
Mark Grossmann i Camps
El pasado día 7 de Febrero falleció, en Barcelona, Josep Egozcue Cuixart.
Quienes le conocieron “sólo” como moderador en alguna sesión científica o de divulgación seguro que recordaran sus ojos curiosos escudriñando a través de las grandes gafas, o quizás su ironía.
Quienes le conocieron “sólo” como ponente en algún curso de postgrado o seminario seguro que recordaran su racionalismo, su concisión, y su formación humanista antagónica a las súper-especializaciones actuales.
Quienes le conocieron “sólo” como profesor universitario seguro que recordaran sus precisos esquemas de la resolución de los quiasmas dibujados a mano con pedazos diminutos de tiza, y su trato bondadoso.
Y quienes “sólo” le tuvieron de oponente en algún debate seguro que recordaran la demoledora potencia de sus argumentos (tuviese o no razón).
Desde que ocupó la primera cátedra de Biología Celular creada en España (1984), el profesor Egozcue supo gestar un amplio equipo de titulares e investigadores en las áreas de conocimiento de Biología Celular, Citogenética y Genética Humana. Lector incansable y acérrimo promotor de los enfoques multidisciplinarios, impulsó los proyectos que se le propusieron y luego “dejó hacer” sin perderse ni un detalle. Siempre dispuesto para interpretar resultados y argumentar conclusiones, en las más de 170 actuaciones como ponente o moderador en congresos de toda índole, infatigablemente promovió a sus discípulos.
Pero para elogiar su capacidad docente, mucho más que el número de ponencias deberíamos valorar la magnitud y diversidad de las líneas de investigación abiertas en su equipo… y que en todas ellas participaba y corregía trabajos: ¿quién de entre sus pupilos no recordará sus correcciones? Devolvía los manuscritos con sus anotaciones en una letra minúscula escrita en líneas ligeramente ascendentes hacia la esquina derecha y plagadas de flechas que entrelazaban unas ideas con otras y podían llenar hasta el último rincón de una página (que eso ocurriera dependía de la habilidad/inhabilidad de cada autor, claro).
Para los que aprendimos de él y trabajamos con él… su muerte nos deja huérfanos.
Huérfanos de ese genuino trato afable y siempre respetuoso; huérfanos de ese característico espíritu libre-pensador que buscaba incansablemente la sana controversia; huérfanos de ese elegante estilo de rigurosidad y de honestidad propio de los mejores investigadores; huérfanos de esa enorme capacidad de trabajo y animosidad que inspiraba a todos los miembros de su equipo; huérfanos, en fin, de Josep.
Eminente científico y cálida persona, en el 2000 fue nombrado Ceretano del año (desde pequeño mantuvo un fuerte vínculo con las poblaciones de Puigcerdà i Llívia, La Cerdanya), a pesar de que, según cuentan las crónicas, dejó las competiciones de esquí para dedicarse a los hobbies de coleccionar estatuillas de monos y primates e imágenes de Marilyn Monroe. Sus pasiones actuales (que compartía con su esposa Marta) eran el golf y sus nietos.
Todos echaremos en falta su erudición y su carácter.
Trayectoria profesional
Doctor en Medicina y Cirugía y Catedrático emérito de Biología Celular de la Universitat Autònoma de Barcelona, inició su formación como investigador en 1965 en el Regional Primate Research Center de Beaverton (Oregon, USA).
A lo largo de su dilatada carrera el profesor Egozcue fue responsable del laboratorio de citogenética del Institut Vicent Villar i Palasí (UAB) y de la Red Temática sobre Reproducción (Generalitat de Catalunya); fue miembro fundador y vicepresidente de la Asociación de Genética Humana; miembro fundador y presidente de la Sociedad Española de Andrología y de la European Society of Human Reproduction, así como promotor de la Sociedad Española de Diagnóstico Prenatal.
Autor o coautor de más de 500 artículos científicos participó, como miembro editorial, de prestigiosas revistas como Andrología, Int. Journal of Andrology, Folia Primatologica, Journal of Human Evolution, Human Reporoduction, Int. Journal of Developmental Biology, Human Evolution, Medicine…
Asesor de numerosas organizaciones como Ministerio de Sanidad, National Institutes of Health, UCLA, Ford Fundation, CIRIT, CAICYT, UNESCO, WHO, SEF, ANEP, CE, The Kyoto prize, EMBO, Col·legi Oficial de Metges de Barcelona, National Fonds voor Wetenschappellik Onderzoek…, recibió la Medalla Narcís Monturiol al mérito científico y tecnológico (1989); el Premio Fundació Catalana per a la Recerca (1996), la Medalla de oro del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Intitut Universitari Dexeus (1997) y el premio a la trayectoria humana y profesional de la Asociación de Genética Humana (1999).
En su última etapa profesional dedicó muchos esfuerzos a los temas de bioética. Promotor y miembro del comité científico de la Sociedad Internacional de Bioética; patrono y Vicepresidente de la fundació Víctor Grífols i Lucas y miembro del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universitat de Barcelona, trabajó con ahínco para difundir información veraz sobre temas con posible “conflicto” ético (investigación con embriones, selección de género, células madre…) y procuró el debate público incluso mediante premisas deliberadamente provocadoras.
Académico numerario de la Reial Academia de Ciències i Arts de Barcelona (1999) y primer socio honorífico de ASEBIR (2001), también fue designado miembro de honor de ESHRE (2003).
Mark Grossmann i Camps Junta Directiva ASEBIR