Editorial

NO SIN GARANTÍAS

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Montse Boada

Presidenta ASEBIR 2013-2017

Publicado en la revista 21 de julio de 2016.

MB Editorial Revista ASEBIR 2014Es indudable que la Reproducción Asistida en nuestro país es importante no solo por el alto nivel asistencial de nuestros centros, sino también porque somos destino de muchos pacientes que vienen buscando técnicas que no pueden realizar en su país de origen. Según la última actualización del MSSSI, de diciembre 2015, en España hay 381 centros/servicios de reproducción humana asistida, 286 públicos y 95 privados. De acuerdo a los datos reportados al Registro SEF correspondientes al año 2013, en total se realizaron 78.982 ciclos, siendo la mayoría ciclos de FIV/ICSI con ovocitos propios, un 24% con ovocitos de donante (frescos o vitrificados) y un 4.3% ciclos de DGP. En el marco de la reproducción asistida europea y a pesar de que los datos no están actualizados, España es el 5º país en cuanto a actividad según datos de la ESHRE correspondientes al año 2011.

Las técnicas que principalmente se demandan por parte de pacientes extranjeras son la Donación de gametos y el Diagnóstico Genético Preimplantacional bien por que están prohibidas en sus país de origen, o por que su realización está condicionada a circunstancias estrictas, distintas a las que nuestra normativa permite. A pesar de que no se tienen datos demasiado certeros, se estima que el 50% de los ovocitos de donante utilizados en Europa provienen de nuestro país.

Es indiscutible que España reúne una serie de circunstancias que le hacen atractiva y que atraen a pacientes de distintas procedencias lo que en definitiva se traduce en una entrada de divisas nada despreciable. Según estudios económicos realizados en España, se estima que la facturación de las TRA habrá experimentado un incremento del 24% en los últimos cinco años superando la cifra de 500 M€ en el año 2015.

Paralelamente y un poco ajenos al negocio que todo ello supone, la mayoría de los embriólogos hemos seguido trabajando en nuestros laboratorios con tesón y entusiasmo para seguir mejorando nuestro trabajo y poder ofrecer a nuestras pacientes mayores probabilidades de RNV sano en casa. Hemos ido perfeccionando procedimientos e incorporando avances. La aparición de nuevos centros de TRA nos ha repercutido favorablemente ya que ha activado la demanda de embriólogos ayudando la incorporación al mercado laboral de los más jóvenes y facilitando la movilidad de los más expertos con ganas de promoción.

El interés de la industria por nuestros laboratorios también se ha incrementado ostensiblemente en los últimos años. Día a día vemos como no cesan de aparecer nuevos productos y equipos que prometen ser la solución para obtener los resultados que todos soñamos. Si bien las circunstancias actuales son beneficiosas ya que existe una mayor oferta y por tanto mayor diversidad para escoger equipos o productos según las preferencias o necesidades de cada laboratorio, esta situación comporta también graves riesgos que requieren prestarle un poco más de atención por nuestra parte.

La utilización de equipos en pruebas que en algunos casos aun no cuentan con las aprobaciones reglamentarias, productos o reactivos que no están autorizados para uso humano o que son catalogados únicamente como “solo para investigación”, y no para uso clínico, nos son ofrecidos ensalzando en ocasiones sus ventajas técnicas y en otras, su mejor precio. En algunos casos, la falta de productos alternativos nos puede condicionar pero siempre que sea posible, deberíamos evitar su utilización si existe otra opción menos arriesgada. Si decidimos usar productos sin marcado CE que es el que acredita que se ha aplicado el sistema de calidad previsto en la normativa europea, o sin la catalogación adecuada, estamos adquiriendo un riesgo importante ya que las responsabilidades legales ante una posible demanda o inspección podrían comportar cuanto menos una sanción administrativa y en caso de pacientes afectados, indemnizaciones importantes. Siempre que sea posible debemos actuar con prudencia evitando correr riesgos innecesarios que no solo pueden ser poco ventajosos para el fin que perseguimos sino que además nos sitúan en una posición de gran vulnerabilidad ante cualquier incidente. Vale la pena recordar que de acuerdo a la legislación vigente, el responsable de una infracción es su autor y cuando la responsabilidad sea compartida, se responderá de forma solidaria compartiendo las sanciones que se impongan.

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