Resulta difícil decir que espero de ASEBIR sin que parezca una crítica hacia lo que es actualmente nuestra asociación. Todo lo contrario. Si me preguntaran si estoy contento de lo que es, de lo que aporta, diría que sí. Desde su creación en 1993 la hemos visto crecer, y por mi parte siempre es una satisfacción cualquier cosa que provenga de ella.

Pero dicho esto, si el debate es sobre “lo que esperas”, se supone que hay que reflejar aquello que actualmente podríamos considerar pueda enriquecerla.

Podríamos mencionar algunos aspectos más o menos importantes, como mejorar la página web, abrir un grupo de noticias dinámico que nos permita recibir información sobre novedades, congresos, bolsa de trabajo, etc., pero me voy a centrar en algo más esencial (por lo menos para mí).

Repasando los objetivos primordiales que aparecen en la presentación de la página Web (www.asebir.com) podemos leer:

-Fomentar el estudio, desarrollo y difusión de las especialidades, conocimientos y líneas de investigación…

-Establecer programas de aprendizaje de las técnicas, así como determinar criterios de acreditación de los centros…

-Establecer intercambios y promover estudios multicéntricos…

-Mantener colaboración con otras asociaciones…

Y realmente, en todos y cada uno de esos puntos se ha ido avanzando, aunque aún queda mucho por recorrer e incluso, en algunas cosas, por empezar a andar.

En primer lugar ¿Por qué no empezamos reforzándonos nosotros mismos? Considero que quizá lo que deberíamos hacer es determinar criterios de acreditación de los laboratorios, no de los centros y luchar porque reconozcan nuestra identidad. ¿Por qué no generar incluso nuestros propios “Protocolos de consentimiento informado” para los pacientes? ¿Y cómo es posible que hoy en día aún se dude que podamos ser los jefes-responsables-directores de nuestros laboratorios en el ámbito legal?.

Actualmente, y todos lo estamos viendo, un Laboratorio de Reproducción Asistida es algo más que un sitio donde capacitar semen y generar embriones para transferir a una mujer, y sólo estamos empezando. Obviamente, en cualquier campo de la ciencia es imprescindible la colaboración con muchas otras disciplinas médicas y/o científicas, pero colaborar no es supeditar ni limitar, y, tal como vimos en nuestro último congreso, las puertas que se están abriendo podemos elegir el traspasarlas o no, pero desde luego no podemos negarlas, y no creo que nadie piense que el que personas muy representativas de nuestra especialidad ocupen cargos importantes dentro de la Medicina Regenerativa sea una casualidad.

En el momento que asumiéramos esto, y asumiéramos nuestra identidad, el resto de mis “esperanzas” vendrían por sí solas. Porque ¿quién puede emitir una opinión más cualificada sobre si se puede (o no) congelar ovocitos?, ¿Quién puede razonar con mejor criterio el significado que puede tener el término “fecundar tres óvulos”?, por mencionar dos debates con que nos hemos encontrado recientemente. Me consta que nuestra asociación se ha movido y ha unido sus esfuerzos a otras asociaciones para emitir conclusiones y comunicados, pero yo por lo menos he echado algo en falta, algo que sigue teniendo que ver con nuestra identidad. ¿Dónde está nuestra “opinión” como asociación? ¿Dijimos algo cuando amenazaron con cerrar un laboratorio en Barcelona por congelar óvulos? ¿A quién sancionaban? ¿Al centro? ¿Al laboratorio? ¿A la persona que realizaba la técnica? (Que, por cierto, pertenecía a ASEBIR). Y aquí es donde yo introduciría otro objetivo primordial:

-Emitir opiniones sobre aspectos científicos, profesionales y legales que puedan afectar a nuestra especialidad. Haciendo extensible su divulgación al público en general mediante los medios adecuados cuando se considere conveniente.

Luego unimos esfuerzos con quien haga falta, pero nuestra opinión por delante.

E incluso:

Defender los intereses profesionales de los asociados.

Y sobre todo, como colofón:

Determinar criterios de acreditación de los laboratorios y de las personas responsables de ellos adecuándolos a la realidad.

Aunque, naturalmente, es sólo una opinión.