DETERMINACIÓN DE VALORES UMBRALES DE β-HCG PARA DIAGNÓSTICO DE EMBARAZO CLÍNICO
Karina Genesio1, Marcela Cullere1, Ivana Capitanelli1, Natalia Battello1, Teresa Nievas1,
Cesar Sanchez Sarmiento1
1.Nascentis. Especialistas en Fertilidad y Genética Reproductiva. Córdoba, Argentina.
Email: mcullere.nas@gmail.com
Introducción: El valor de la hormona β-hCG es actualmente el único marcador temprano de la ocurrencia de embarazo, pudiendo determinarse 14 días después de la transferencia de un embrión en estadio de clivaje o blastocisto. Si bien el embarazo clínico (EC) puede confirmarse mediante la visualización del saco gestacional con latido a partir de las seis semanas de gestación por medio de ecografía, el uso del valor de β-hCG como predictor temprano de ocurrencia de embarazo es de gran utilidad en los centros de fertilidad para disminuir los niveles de ansiedad de los pacientes que acuden a la ayuda de tratamientos de fertilización asistida. Por este motivo, parece de fundamental importancia que cada centro de reproducción cuente con sus propios valores de corte de β-hCG, que resulten indicadores confiables de embarazo clínico, o que adviertan tempranamente sobre la posibilidad de que no exista evolución del mismo.
El objetivo de este trabajo fue determinar un valor umbral de β-hCG capaz de predecir embarazo clínico, en función del estadio de desarrollo embrionario. Además, obtener un valor mínimo de β-hCG por debajo del cual no exista evolución a embarazo clínico.
Materiales y Métodos: La muestra estuvo inicialmente compuesta por 1927 mujeres de entre 20 y 50 años que se sometieron a ciclos de ICSI con transferencia embrionaria de embriones en estadio de clivaje (D2, D3) o blastocisto (D5) entre los años 2011 y 2018 en el centro de medicina reproductiva Nascentis. Se incluyeron en el estudio 450 mujeres que realizaron transferencia en fresco y cuya concentración de β-hCG en sangre 14 días después de la transferencia fuese indicativa de embarazo (mayor a 2 mUI/ml). El embarazo clínico se definió mediante la observación ecográfica, en cavidad uterina, de uno o más sacos gestacionales con latido cardiaco fetal positivo, 6 semanas posteriores a la transferencia embrionaria. Para el análisis estadístico de los datos se utilizó el programa SPSS para Windows versión 20.0. Se utilizaron las pruebas Chi Cuadrado para variables nominales y las pruebas no Paramétricas U de Mann-Whitney (1947) para variables continuas. Para determinar el valor umbral de β-hCG capaz de predecir EC, se aplicaron diferentes curvas COR (Característica Operativa del Receptor), para la muestra global y para cada uno de los estadios de los embriones transferidos (D2, D3 y D5). Se calcularon la sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo y negativo.
Resultados: Del total de ciclos analizados (1927), 450 pacientes presentaron niveles de β-hcg positivos. De ellas 326 (72%) fueron diagnosticadas con embarazo clínico. Se observaron diferencias significativas en los niveles de β-hCG en función del estadío del embrión transferido [X2 = 48.809, p ≤ 0.001]. Específicamente, se observó que el grupo D2 presenta un rango promedio inferior al grupo D3 (U = 10777.5; p ≤ .001) y al grupo D+5 (U = 3362.5; p ≤ .001). Con respecto a los niveles umbrales de β-hCG capaces de predecir ocurrencia de EC, se observó para el grupo D2, que el valor mínimo adecuado de hormona de β-hCG es de 183 mIU/ml COR: 0,89 (S: 80,6% E: 87,5%); para el grupo D3, el valor de β-hCG = 256 IU/L COR: 0,89 (S: 83,2 E: 85,2) resultó ser el más adecuado y para el grupo D5 el valor de β-hCG = 393 IU/L, COR: 0,81 (S: 87,7% E: 67,7%) resultó ser el más adecuado. Cuando se analizó el valor mínimo de β-hCG por debajo del cual no es posible observar la ocurrencia de un embarazo clínico, nuestros datos muestran que por debajo de 60 mUI/ml el 100% de nuestras pacientes no tuvo éxito en la evolución del embarazo.
Conclusiones: Este estudio permitió determinar valores umbrales de β-hCG capaces de predecir, con niveles confiables de sensibilidad y especificidad, la ocurrencia de un embarazo clínico en función del estadío del embrión transferido, así como también, un valor por debajo del cual no se observó evolución a embarazo clínico. Existen diferencias entre los valores umbrales cuando se transfieren embriones en estadio de clivaje (D2, D3) comparado con blastocistos (D5) y fue posible determinar un valor mínimo por debajo del cual no fue posible observar la ocurrencia de embarazo clínico (60 mUI/ml.) En general, estos resultados correlacionan con lo hallado en la literatura y son de mucha utilidad al momento de aconsejar a médicos y pacientes respecto a la probabilidad de evolución del embarazo post transferencia, disminuyendo así la ansiedad de los pacientes en estas instancias del procedimiento.